En las últimas décadas se ha visto un aumento del acné, ¿será culpa de la genética o es que hay algo más?

La genética tiene una influencia importante en el desarrollo de enfermedades como lo es el acné pero no han cambiado los genes en los últimos 20 años. Sin embargo, nosotros hemos empeorado nuestros hábitos, sobretodo los dietéticos.

La capacidad de cambiar lo que determina tus genes se conoce como epigenética. Es nuestra forma de alimentarnos la que puede aumentar o disminuir la predisposición a desarrollar acné.

Cuando hacemos cambios negativos en la dieta, los efectos deletéreos se pueden ver a los pocos días mientras que los cambios positivos recién se hacen visibles en nuestra piel a las 10 a 12 semanas.

ÍNDICE GLICÉMICO

¿Qué es el índice glicémico y que tiene que ver con la dieta para evitar el acné? Pues, el índice glicémico es la velocidad en que aumenta el azúcar en sangre después del consumo de algún carbohidrato. Si es índice es alto entonces provoca inflamación en la piel y aumento de producción de cebo, predisponiéndote al acné.

Una dieta con índice glicémico bajo, tales como vegetales verdes, fruta fresca y granos elimina estos picos en sangre. Además mejora la severidad del acné, reduce el IMC, los índice de andrógenos en personas con síndrome de ovario poliquístico y mejora la  resistencia a la insulina. A pesar de considerar a las frutas como alimentos sanos, hay algunas de ellas que tienen índice glicémico elevado y se deben reducir en personas predispuestas a tener acné como el plátano, papaya, mango, sandía, melón y dátiles.

LECHE

Las investigaciones concluyen que para prevenir el acné se debe reducir la leche de cualquier tipo, en especial las bajas en grasa o descremadas. Un consumo mayor de 2 tazas al día corre mayor riesgo de desencadenar brotes de acné. A diferencia de la leche como tal, estos resultados no se han observado en los casos del yogurt o el queso.

ÁCIDOS GRASOS OMEGA

Los ácidos grasos poliinsaturados incluyen a los omega 3 y 6. El EPA y DHA pertenecen al grupo de los omega 3 que se encuentran en vegetales y peces de aguas frías o profundas (atún, salmón, nueces, semillas de lino o linaza). El omega 3 es antiinflamatorio mientras que el omega 6 de tipo ácido araquidónico (grasa animal y yema de huevo) es proinflamatoria, por lo que aumentar el omega 3 en tu dieta puede reducir el acné y sus brotes y evitar una piel grasosa. 

FIBRA

La baja ingesta de fibra, típica de la dieta Occidental genera cambios en la microbiota intestinal empeorando la calidad de la piel.

VITAMINAS

Existen casos con predisposición genética en los que el suplemento de B12 en vez de ser beneficioso, genera acné e inflamación.

Hay otras vitaminas que si están en deficiencia pueden asociarse a acné como lo es la vitamina D.

CHOCOLATE

Los estudios revelan que una barra de chocolate negro al día no tiene mayor diferencia, ni predispone a tener acné. El cacao es beneficioso para la piel pero no es el caso de la mayoría de barras de chocolate que hay en el mercado las cuales tiene una gran cantidad de azúcares que pueden no sólo provocar aumento de la glucosa y resistencia a la insulina sino también agravar el acné.

ACNE DEL ADULTO

La alta incidencia de acné en personas más allá de la adolescencia, se debe al conjunto de condiciones que acompaña al sobrepeso. Los compañeros inevitables de la obesidad son la resistencia a la insulina y la diabetes que a su vez se asocian a aumento de andrógenos y por ende, acné. La reducción del 5% del peso mejora los niveles de andrógenos y disminuye los problemas de la piel.