Tu cuerpo se encuentra en estado de recuperación después de una sesión de ejercicios. Te sientes hambriento y cansado porque tu organismo esta concentrado en usar la energía en quemar calorías. Espera al menos 15 minutos después del ejercicio para comer mientras te hidratas y recuperas tu frecuencia cardiaca y respiratoria e intenta alimentarte dentro de las 2 horas post .
Al comer se restablecen los depósitos de energía, se incrementa el volumen muscular y se repara el posible daño causado por el entrenamiento. Para lograrlo de una forma más efectiva, busca una alternativa que contenga proteínas y carbohidratos. Opta por un bocadillo ligero como una rebanada de pan multigrano con mantequilla de maní o con jamón de pavo, así como un yogurt con medio plátano o una manzana.
No debemos pensar que porque acabamos de realizar un gran esfuerzo físico es la excusa perfecta para poder comer muchas calorías o grandes cantidades; dado que si comes algo con contenido alto en grasas saturadas o aceites puedes terminar ingiriendo aún más calorías de las que has quemado.
Si presentas nauseas o sensación de llenura después del ejercicio, no necesitas comer pero sí debes mantener un buen nivel de hidratación. Es posible lograrlo con jugo natural o una bebida deportiva con electrolitos. Limita el uso de suplementos proteicos que contengan muchos carbohidratos, salvo que haya sido una rutina de ejercicio muy exhaustiva mayor de 45 minutos. No olvides que lo mejor es el agua. Se debe tomar 1 vaso por cada 15 minutos de ejercicios realizados.
Para lograr los objetivos de pérdida de peso que quieres con el entrenamiento físico, intenta consumir sólo los alimentos necesarios para sentirte con energía. Es importante decidir las mejores opciones para tu alimentación post ejercicio de manera que optimices tu composición corporal, rendimiento y recuperación.
Muy buenos consejos…